No lo notas, pero mientras lees este artículo, la Vía Láctea que contiene la Tierra gira a 210 km por segundo.
BBC Mundo
10 de julio, 2021 – 17h45
Aunque ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Oxford y el University College London (UCL, por su sigla en inglés), afirman que esa velocidad está disminuyendo.
De acuerdo a la investigación de estos astrónomos, nuestra galaxia ahora gira un 24% más lento respecto a la velocidad que tenía cuando se formó, hace casi 14.000 millones de años.
Seguramente tampoco notas este cambio de velocidad, pero el hallazgo nos ayuda a entender mejor cómo funciona y evoluciona nuestra galaxia.
Además, revela pistas clave sobre uno de los componentes más misteriosos del universo: la materia oscura.
Los brazos mayores de la Vía Láctea son Scutum-Centaurus y Perseo. Nuestro Sistema Solar está en la espuela Orión. Foto: NASAEspiral con barra
Primero repasemos cómo es la estructura de la galaxia que nos sirve de vecindario.
La Vía Láctea es una galaxia en forma de espiral que tiene 100.000 años luz de diámetro.
Los astrónomos la clasifican como una “galaxia de espiral con barra”, porque en su centro tiene una columna formada por miles de millones de estrellas y masas solares.
Esa barra central está en rotación, y de ella se desprenden dos brazos que, impulsados por esa rotación, giran y forman la espiral.
De estos brazos, a su vez, se desprenden unas “espuelas” o brazos menores. Uno de ellos es el brazo de Orión, donde está nuestro Sistema Solar.
Desde hace décadas, los astrofísicos sospechaban que la Vía Láctea podría estar girando más lento, pero solo ahora lo confirmaron.
Para lograrlo, con la ayuda del telescopio espacial Gaia observaron un gigantesco grupo de estrellas conocido como la corriente de Hércules.
Esta corriente de estrellas gira alrededor de la Vía Láctea, sincronizada a la misma velocidad y en el mismo sentido que la barra central de la galaxia.
La corriente de Hércules está atrapada por la gravedad que ejerce la barra giratoria, así que si la barra girara más despacio, la corriente se alejaría de la barra para mantener la sincronización de las órbitas.
El hallazgo se logró gracias a los datos del telescopio espacial Gaia. Foto: ESAMás lejos
En esta investigación, los astrónomos analizaron la composición química de las estrellas de la corriente, y concluyeron que efectivamente se estaban alejando de la barra central.
Las estrellas del centro galáctico son aproximadamente 10 veces más ricas en metales en comparación con las que se encuentran en las zonas más externas de la galaxia.
Las estrellas de la corriente de Hércules son ricas en elementos pesados, lo que sugiere que se formaron en el centro galáctico.
Pero, como ahora se encuentran más alejadas del centro, los investigadores concluyeron que la corriente llegó a esa zona porque se ha estado alejando de la barra central.
La razón de este alejamiento, según los autores del estudio, es que la barra está girando más lento.
Según sus cálculos, la barra galáctica ahora gira a unos 160 km por segundo.
Materia oscura
¿Y por qué la barra está girando más lento?
Los investigadores creen que la culpable es la materia oscura.
“La materia oscura actúa como un contrapeso que ralentiza el giro [de la barra]”, dice en un comunicado Ralph Schoenrich, investigador de UCL y coautor del estudio.
La desaceleración de la barra sugiere que la fuerza gravitacional ejercida por la materia oscura está actuando sobre ella.
Este es el mapa más detallado de la distribución de materia oscura en el universo. Las zonas brillantes representan los puntos de mayor concentración, que es donde se forman las galaxias. Foto: N JEFFREY/OBSERVATORIO DE LA ENERGÍA OSCURA
Los expertos saben muy poco de la materia oscura, pero creen que la Vía Láctea, al igual que las demás galaxias, están envueltas en este “halo” de materia que, aunque no se ve, sí ejerce una influencia sobre la materia ordinaria.
La existencia de la materia oscura se infiere a partir del comportamiento de las galaxias, que actúan como si tuvieran mucha más masa de la que se puede ver.
Los científicos estiman que en el universo hay cinco veces más materia oscura que materia ordinaria.
Para Schönrich, su hallazgo es una muestra de que la materia oscura existe, y cree que podría ser una clave para comenzar a entender de qué está hecha.